como podéis ver, es una máquina muy sencillita que ya se nos queda muy pequeña por las limitaciones que tiene, pero nos ha permitido practicar este verano mientras esperábamos a reanudar nuestras clases. Allí utilizamos las máquinas de coser de IKEA, y en el mismo momento que Julia cogió por primera vez una de ellas decidió que tenía claro que pediría a los Reyes Magos las próximas Navidades.
De todas formas no debemos despreciar a nuestra pequeña máquina de coser, que le permitió a Julia hacer este verano unas faldas muy monas para sus primas además de otras muchas cosas que ya os iremos enseñando
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